DÍA 2. DOS CITAS CON LA HISTORIA Y LA TRADICIÓN.
Por la mañana: Visita a las Cuevas de Zugarramurdi.
“Sorginen Leizea” constituye un impresionante complejo cárstico superficial situado a menos de medio kilómetro de distancia del casco urbano de Zugarramurdi en dirección oeste, en el antiguo camino Zugarramurdi-Sara, que lo atraviesa parcialmente. La cavidad principal fue horadada por una corriente de agua, aún caudalosa en la actualidad, denominada la Regata del Infierno o “Infernuko Erreka” que la atraviesa conformándola como un amplio túnel cuyo eje se orienta de noreste a suroeste, alcanzando una longitud de 120 metros, y una amplitud de 22 a 26 metros en su extremo oriental y unos 12 metros en su salida o boca occidental, así como una altura media de 10 a 12 metros. El conjunto se completa con dos galerías más altas, de orientación similar a la galería principal, que se abren a la misma.
El nombre de este conjunto cárstico hace mención a las celebraciones paganas que tenían lugar en algunas de sus salas en la antigüedad y que, en el Proceso Inquisitorial de 1609 a 1614, fueron presentadas como prueba evidente de que en Zugarramurdi se desarrollaban actos donde se ejercía la brujería.
Para comer: Restaurante de comida autóctona
Aprovechando que hemos visitado las Cuevas de Zugarramurdi, os proponemos una comida en el pueblo, concretamente en el restaurante Herriko Jatetxea, donde podréis degustar productos autóctonos elaborados de la manera más artesanal. Aquí os sentiréis como en casa.
Para la tarde: Visitar una Sociedad Gastronómica.
Las sociedades gastronómicas son un eje importante de la vida social en el País Vasco y Navarra, en las que los socios se reúnen en un local habilitado con cocina para comer o cenar, bien en compañía de otros socios o de familiares o invitados.
Por eso tener la oportunidad de vivir esta experiencia es algo único. Preguntad a los responsables del Arantza Hotela y ellos os dirán qué Sociedad Gastronómica visitar.
Antes de cenar: Masaje en el hotel.
Si queréis descansar antes de ir a cenar, una parada en el hotel puede ser la decisión más acertada. Allí os espera una buena sesión de masajes en la Zona Wellness/Spa. ¡A disfrutar
La cena: Un clásico de la cocina vasca.
A menos de una hora de coche se encuentra un clásico de la cocina vasca: el restaurante Mugaritz, que os sugiere una experiencia gastronómica de cerca de 24 platos en los que el placer se insinúa confundido en una melodía impredecible a través de armonías sensoriales, emociones, recetas o mensajes culinarios. No os lo podéis perder.