En el sureste de Menorca, muy cerca del encantador pueblo de Sant Lluís, se alza Alcaufar Vell, una finca señorial que combina el carácter auténtico de la isla con una elegancia serena y contemporánea. Regido por Jaume, cuya familia ha habitado este lugar durante generaciones y cuya historia se remonta más allá del siglo XVII, este hotel con encanto se abre entre más de 200 hectáreas de reserva natural. Un mosaico de olivos centenarios y acebuches que invita a su descubrimiento sin prisas para disfrutar del paisaje con calma y sumergirse en una experiencia mediterránea con charme.
Más que un hotel, Alcaufar Vell es una forma de vivir. Un refugio donde la luz, el silencio y la autenticidad menorquina se mezclan con el confort y la atención cuidada. Sus 22 habitaciones y suites, distribuidas entre la casa señorial y las antiguas vaquerizas, respiran amplitud y frescura. Blancos luminosos, textiles naturales y detalles cuidadosamente elegidos crean un ambiente acogedor y sofisticado, donde el encanto rústico se funde con el diseño.
La gastronomía de Alcaufar Vell está muy presente durante cada momento del día cuyo restaurante propio de la casa, mantiene sus fogones encendidos durante todo el día. Desde desayunos elaborados a base de productos locales y de la propia finca como frutas, quesos y la repostería casera a sobremesas para disfrutar del auténtico arte de vivir. Al caer la tarde, la piscina se tiñe de dorado, el jardín se llena de calma y las cenas a la luz de las velas invitan a disfrutar sin prisas.
La finca es también escenario de experiencias culturales únicas donde el arte, la música, el teatro o el pensamiento se dan cita en algún momento. Eventos como AlcaufART o los Encuentros & Premios Mediterráneos Albert Camus, convierten Alcaufar Vell en un punto de encuentro imprescindible cada temporada.
El entorno es también un auténtico paraíso para explorar a pie. Desde la propia finca parten senderos que conectan con el Camí de Cavalls y calas tan especiales y pintorescas como Cala Alcaufar, con sus aguas turquesa y sus emblemáticas casetas de pescadores. También hay paseos botánicos, rutas geológicas, observaciones astronómicas, talleres de alfarería, excursiones a la Menorca talayótica, o el singular viaje al origen de la salsa mahonesa completan una oferta que convierte Alcaufar Vell en destino en sí mismo. Aquí, cada instante es único y cada estancia inolvidable. Alcaufar Vell, donde tradición y encanto se dan la mano para ofrecer una experiencia que solo puede nacer en el corazón del Mediterráneo.