Regreso a la naturaleza
Aquí siento que no soy un huésped más. Esta es la casa que construyeron con sus padres y abuelos, ahora un nuevo y fresco hotel que combina autenticidad y calma. Mi mirada vuela hacia la sierra de Gredos y fantasea con alargar la estancia y con seguir conectándome con la naturaleza, que tanto echo de menos cuando estoy inmerso en el frenesí de la ciudad. En Sabina veo cómo cultivan jardines y huertos, respiro aire puro y me duermo pensando en el baño en el río de esta tarde. La identidad de la vida de antaño se funde con la modernidad de sus interiores. Cualquier instante tiene valor para ser recordado aquí.